domingo, 11 de octubre de 2015

PERROS CON PROBLEMAS EMOCIONALES.. COMO SABER SI TU MASCOTA LOS PADECE

PERROS CON PROBLEMAS EMOCIONALES.. COMO SABER SI TU MASCOTA LO PADECE




Es importante prestar atención al comportamiento de nuestra mascota para detectar problemas emocionales Foto: Shutterstock
Es importante prestar atención al comportamiento de nuestra mascota para detectar problemas emocionales. Foto: Shutterstock
 Los trastornos emocionales no son propios de los humanos; los perros también pueden sentirlos y existen algunos síntomas que pueden ser indicadores de la necesidad de un tratamiento. Fobias, ansiedad, conductas compulsivas y ataques de pánico son algunos de los desórdenes emocionales que pueden padecer.
Así lo revela un artículo publicado en BBC en el que expertos señalan que estos trastornos no son necesariamente enfermedades mentales, sino desórdenes que se deben a factores externos, principalmente por fallas de las personas que han sido responsables de la socialización del perro, sobre todo los primeros cuatro meses de vida. Así, el comportamiento de los dueños es determinante para provocar o evitar problemas en la conducta de las mascotas.
“Nuestros perros mascotas podrían sufrir de problemas mentales, pero sólo porque el ambiente en el que viven los hacen sentir muy mal. No es porque tengan una enfermedad (…) problemas físicos en el cerebro son muy raros”, declaró Tarid Rugaas, entrenadora de perros, al medio extranjero.
La misma, señala que un perro podría estar crónicamente estresado si se le observa nervioso, deprimido o con temor, si presenta un comportamiento histérico, si se molesta o se siente amenazado fácilmente, no manifiesta curiosidad o reacciona exageradamente a ruidos o al tacto.
Por su parte, Dennis Turner biólogo conductual, psicólogo animal y director del Instituto de Etología aplicada y Psicología animal de Suiza, explica que los dueños deben estar atentos a los comportamientos de sus mascotas, de modo que no se ignore cualquier cambio que pueda resultar significativo.
Para el biólogo, los siguientes son los comportamientos que podrían apuntar a que una mascota sufre algún problema emocional: Pierde el apetito por periodos largos, tiene inactividad inusual, comportamientos destructivos cuando se queda solo en casa, intenta escaparse o esconderse.
Los mismos expertos recomiendan ser cuidadoso y observador con los comportamientos de la mascota y, sobre todo, poner atención a cambios en temporadas largas de tiempo. Si se sospecha que la mascota tiene un problema real, es necesario acudir con un veterinario especializado en psicología animal.
Mientras tanto, es importante ser paciente con la mascota, no castigarle, mostrarse amenazante o impedirle ser curioso y explorar el exterior. Debe alimentársele bien y procurar brindarle compañía. Aprender a comunicarse con su perro también es muy importante.
La agresividad es un comportamiento que puede reflejar trastornos emocionales. Foto: Pixabay
La agresividad es un comportamiento que puede reflejar trastornos emocionales. Foto: Pixabay

¿Qué pasa en el organismo de mi mascota?

De acuerdo con una explicación del etólogo español Manuel Villar, como los seres humanos, los animales están preparados evolutivamente para responder a ciertos estímulos del ambiente, de modo que el cerebro y el cuerpo reaccionen de manera conjunta, pues constituyen un organismo inseparable que se integra por circuitos regulatorios bioquímicos y neurológicos.
“Las respuestas se producen por el cerebro cuando detecta un estímulo o evento cuya presencia, actual o imaginaria dispara la emoción. La respuesta es automática. En consecuencia, el organismo actúa preparando al cuerpo para su defensa ante la estimulación excitatoria, que produce el desequilibrio psicológico”, explica.
De entrada, las acciones y movimientos indicadores de que un animal está sometido a algún trastorno emocional se encuentran la aproximación o rechazo a algún objeto, tensión en labios, ojos redondeados, gimoteos y posturas corporales como erizamiento, baja postura corporal, la posición de la cola e incremento o decremento de actividad.
“Las diferentes reacciones obligan al organismo, y gobiernan aspectos como la presión cardiaca o el almacenamiento y utilización de proteínas, lípidos y carbohidratos. Motivo por el que habitualmente y de forma llana, se explica la falta de apetito en nuestro perro por estar afectado por una alta emocionalidad, la ansiedad y el miedo [...] Emociones básicas como miedo, temor, pánico o angustia, ayudan al animal a procesar la información y colocarlo en un estado de alerta que produzcan respuestas autónomas y que buscan un fin útil: esconderse, desplegar coraje, etcétera”, escribe.
Para combatir estas respuestas, el etólogo señala que es necesario estabilizar el cerebro del animal y con ello su organismo, de modo que todo vuelva a funcionar con normalidad. Para Villar, es importante que el dueño procure deducir cuál es el estímulo que produce el desequilibrio emocional, ponga atención a los gestos y vocalizaciones y ponga especial atención en eventos que hagan que el perro se precipite y cuáles son las reacciones.

TRATAR A TU PERRO COMO SER HUMANO NO ES BUENA IDEA

TRATAR A TU PERRO COMO SER HUMANO NO ES BUENA IDEA



De acuerdo con una especialista, tratar a los perros como si fueran personas puede tener consecuencias negativas para su salud. Dejarlos comportarse según su naturaleza es imprescindible para que la conserve.

Foto: Shutterstock
Foto: Shutterstock
 No está mal consentir a tu perro… bueno, pero si lo paseas en carreola, lo tienes siempre en brazos, le has hecho un tatuaje y le preparas un platillo diferente cada día, algo podría marchar mal y no tanto para ti como para tu amigo.
Se le llama humanización o antropomorfización a la atribución de cualidades humanas a una cosa. En el caso de los perros, a un animal no humano. Hacerlo es una tendencia a la alza e implica cuidarlos cual si fueran “nuestro bebé”, “nuestro hijo”, “nuestro _______ (coloque aquí lo que mejor le parezca)”.
“Yo tenía una conocida que, para no dejar solos a sus perros, se iba al antro con ellos. Le pagaba algo extra al valet parking para cuidarlos. Ella se iba a bailar por 15 minutos, y otros 10 regresaba con los perros; bailaba 15 minutos, y diez volvía con los perros. Tiempo después, cuando ella tuvo que separarse de sus mascotas por cuestiones laborales por varias horas, éstas sufrieron serios problemas de ansiedad”, platica Claudia Edwards, Médico Veterinario especializada en conducta de perros y gatos, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La especialista explica que la humanización de las mascotas es contraproducente pues implica negarles la oportunidad de comportarse de acuerdo con su naturaleza y deriva en problemas para el animal: “cuando un perro recibe toda la atención propia de un ser humano tiende a desarrollar problemas emocionales y de conducta, porque no se les deja cumplir con algunos patrones de acción fijos de su especie”.
La misma dice que existe una tendencia creciente a humanizar a canes de razas pequeñas, puesto que “se prestan más a tratarlos como bebés o como nuestros hijos y sobreprotegerlos”. Pero, independientemente del tamaño de tu perro, la especialista especifica algunos aspectos en los que se tiende a humanizar a las mascotas y a los que hay que prestar atención:
Paseo. Hay personas que no dejan caminar a sus perros, ya sea porque los llevan en una “hermosísima y tierna” carreola o porque los cargan en brazos todo el tiempo. Dejar a tu perro caminar propicia que tenga una buena salud física y emocional. Se ejercitan, se entretienen y se relajan. Pasearlo es una forma de liberar energía y, con ello, evitar problemas de conducta.
Socialización. También están los que no dejan que otro perro se acerque a convivir con su mascota. “Hay personas que lo hacen porque creen que ‘les van a pegar las pulgas’ o les van a hacer daño, pero lo normal es que un perro juegue con otro perro –explica la especialista consultada por SinEmbargo Si tu mascota es de raza pequeña, tampoco debes tener problema con que conviva con razas grandes: que socialice implica que no desarrolle conductas agresivas o temerosas”.
Es más común antropomorfizar a razas pequeñas. Foto: Shutterstock
Es más común antropomorfizar a razas pequeñas. Foto: Shutterstock
Alimentación. Tu perro no se aburrirá de las croquetas jamás, ¡no lo dudes! La también académica de la UNAM explica que el hecho de que los seres humanos seamos omnívoros y nos alimentemos de gran variedad de alimentos, no implica que a tu perro tengas que prepararle una comida diferente cada día: “De hecho, que se le dé mucha comida ["humana"] al animal, puede derivar en falta de limpieza óptima de los dientes y causar caries u otros problemas de salud bucal”.
Estetización. Ésta implica modificar algunos aspectos físicos de la mascota so pretexto de que luzca mejor. Tener al perro más bonito de la cuadra pues. Así no suena mal, pero hay algunas prácticas que implican dolor o mutilación del animal; como tatuarlos, perforarlos o realizarles cirugías estéticas.
En el caso de la vestimenta, Edwards explica que no hay problema con ello si se practica cuando es necesario (como poner un suéter a un chihuahua, animal particularmente susceptible a enfermar en temporadas de frío) “pero si está vestido todo el tiempo entonces tal vez sí haya un problema”, apunta.
Reproducción y ¿maternidad?. Otro aspecto del antropomorfismo en los perros es creer que ellos necesitan reproducirse y “ser padres” en el sentido en que lo somos los humanos: creen que, para una hembra, “ser mamá es lo mejor del mundo” y, para los machos es “un orgullo volverse un semental. “Pero esta es una concepción errónea –explica la veterinaria– lo correcto sería esterilizar al animal porque, de no hacerlo, existe posibilidad de que desarrollen enfermedades del aparato reproductor”.
“Por otro lado: hay que apuntar que, en la naturaleza, sólo los miembros alfa de la manada se reproducen y, como en nuestros hogares los dueños deben tener ese papel, lo óptimo sería que los perros no se reprodujeran”, puntualiza.

***

No tener cuidado en estos aspectos podría derivar en que tu mascota sufra problemas emocionales y de conducta tales como ansiedad por separación o por no contar con ciertas atenciones a las que se ha hecho dependiente, agresividad o fobias por no permitirle relacionarse con otros perros y hasta problemas de tipo obsesivo compulsivo:
“Estos últimos se presentan porque no se le permite a los perros liberar energía, de modo que la redirigen y pueden, por ejemplo, automutilarse (mordiéndose la cola) o sufrir dermatitis por lamidas constantes (las lamidas pueden ser tan frecuentes que los perros llegan a hacerse un hueco en la piel)”.
La especialista en conducta animal invita a recordar que “ninguno de estos problemas son inherentes al animal, sino que tienen origen en el humano. Existe una estrecha relación entre la salud emocional y psicológica del dueño y los de un animal.
“He llegado a creer que los veterinarios deberíamos saber de psicología humana antes que de conducta animal”, concluye, entre risas, la especialista.

viernes, 9 de octubre de 2015

PORQUE LOS PERROS AÚLLAN

* ¿Por qué los perros aúllan?



A pesar de ser domésticos y tenerlos como nuestros más fieles compañeros, no hemos de olvidar que los perros pertenecen a la familia de los cánidos y por descendencia evolutiva no han dejado de tener algunos de los comportamientos, reacciones o modo de comunicarse como los que podemos encontrar en los lobos, zorros o coyotes (por nombrar tan sólo a tres).
Nuestra mascota se comunica con nosotros a través de diversos modos: el ladrido, el jadeo y el aullido. Cada uno está determinado para ‘decirnos’alguna cosa y, dependiendo del estado de ánimo del animal, utiliza uno u otro y con una intensidad diferente.
Esa línea de descendencia que tienen de los lobos los faculta para seguir utilizando el aullido como una de las formas de comunicación y varios son los motivos por los que un perro se ponga a aullar: para llamar la atención, entrar en contacto con otros perros o las personas de su entorno, anunciar su presencia e incluso como respuesta a los sonidos agudos (como las sirenas de ambulancias o instrumentos musicales).
En momentos de tristeza o ansiedad también se puede apreciar que utilicen el aullido. Es muy común escucharlos aullar cuando echan de menos a su propietario o llevan mucho tiempo encerrados en un mismo lugar (por ejemplo cuando su dueño se ha ido a trabajar o ha salido de viaje).


Pero también nos podemos encontrar que, como listos que son, utilizan el aullido como forma de llamar nuestra atención y para conseguir aquello que se proponen (que juguemos con ellos, le demos comida cuando no les toca comer, lo saquemos de paseo, etc…). Muchos son los expertos que aconsejan no caer en la trampa de darles esa compensación que esperan tras el aullido, ya que se convertirá en una eficaz estrategia para sacar de nosotros todo lo que desean (muy similar a cuando un niño pequeño llora porque quiere que lo cojamos en brazos).
En definitiva, el aullido de los perros no deja de ser una forma de comunicación que tiene nuestra mascota, que, según la astucia que tenga ésta, la utilizará más o menos con el fin de conseguir sus propósitos.

jueves, 8 de octubre de 2015

TENER UNA MASCOTA ES BENÉFICO PARA EL CORAZÓN

* Tener perro es benéfico para el corazón
El informe de la Asociación Americana del Corazón reveló que ser dueño de un perro es benéfico para el corazón, ya que disminuye el estrés y la frecuencia cardíaca.
El Doctor Glenn N. Levine, jefe del comité que expuso ante un panel de expertos los beneficios cardiovasculares de tener una mascota, entre estos beneficios el especialista indicó que especialmente, los perros, ayudan a disminuir la reacción del cuerpo al estrés, con una disminución de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la liberación de la hormona adrenalina, cuando un animal está presente en lugar.
A la vez, el estudio señaló que los perros ayudan a sus dueños a 'estar en forma' y por ende más saludables, esto debido a los 'obligados' paseos y tener de cierta manera un rango mayor de actividad física que quienes no tienen mascotas.