Lo primero que debes hacer cuando a tu perro le pasa algo es llevarlo al veterinario; hasta ahí bien. Éste estudiará a la mascota, hará lo que tenga que hacer, y a continuación es más que probable que dé ciertas indicaciones a seguir en casa. Atender a ellas es fácil, pero llevarlas a la práctica puede acabar siendo un tormento. Quien más quien menos, todos los que compartimos nuestras vidas con un perro sabemos lo difícil que es que nuestro amigo ingiera medicamentos, por lo que si eres de los que te enfrentas a ello por primera vez, no dejes de leer estos consejos, a ver si con un poco de suerte consigues medicarle correctamente.
Acostumbrándose desde cachorro
Lo ideal es hacer que el animal se acostumbre ya desde bien pronto, obviamente, sin administrarle medicamentos cuando no le corresponden. Pero si dispones de un botiquín o similar, permite que se acerque (siempre bajo tu supervisión: jamás dejes medicamentos al alcance del animal) y se familiarice con él. Y a poco que debas ejercer alguna clase de cuidado de su salud, emplea desde ya alguno de los trucos que a continuación te diremos.
Una apuesta casi segura: premios
Haz que tu mascota asocie la ingesta de comprimidos (u otros cuidados, claro) con la recepción de un premio, ya sea para comer como para jugar, o una carantoña especialmente efusiva. Si lo vas trabajando desde cachorro, tu perro se irá acostumbrando y no se mostrará tan reacio cuando le hagas comer a la fuerza algo que no quiere.
Esconde la pastilla
Es la opción más cómoda: normalmente, si al perro no le gusta lo que tiene en la boca lo escupirá. Ahora bien, si maquillamos el sabor de una pastilla escondiéndola en algo que le guste (un pedazo de salchicha, un cuadrado de queso), puede acabar tragándosela sin darse ni cuenta. Puede servirte darle primero un pedacito sin pastilla, de manera que ya esté deseando con ansias el siguiente y lo devore sin darse cuenta del engaño. Mejor aún: tener preparado un tercer pedacito para que ni le dé tiempo a reaccionar.
Pese a todo, el perro es un animal mucho más listo de lo que pueda pensarse, y puede esconder la pastilla bajo la lengua para escupirla después (máxime si se trata de un comprimido de dimensiones considerables). Prueba a partirla en dos, o a machacarla y mezclarla después con su comida, siempre que el veterinario te diga que es posible.
Pese a todo, el perro es un animal mucho más listo de lo que pueda pensarse, y puede esconder la pastilla bajo la lengua para escupirla después (máxime si se trata de un comprimido de dimensiones considerables). Prueba a partirla en dos, o a machacarla y mezclarla después con su comida, siempre que el veterinario te diga que es posible.
Si nada funciona, toca arremangarse

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