Es repugnante, ¿verdad? Al mínimo despiste puedes observar cómo tu perro pasa de oler el pipí de otro perro, ¡a lamerlo! Entonces le regañas y te sientes decepcionad@ con él porque ¡eso no se hace! Pues déjame decirte que si tu perro lame el pipí de otros perros es, como siempre, porque hay una razón para ello.
Dejando de lado el asco que nos pueda dar, nuestro querido perro realiza esta acción para obtener información. Verás, ya sabes que el perro tiene un sentido del olfato impresionante, es una máquina de oler, nosotros como humanos estamos a años luz de él, sin embargo, también debes saber que hay un estrecho vínculo entre el olfato y la boca, y cuando su olfato no puede descifrar ciertas moléculas utiliza un órgano llamado órgano de Jacobson o vomeronasal que está situado sobre el paladar, y que le ayuda a descifrar las feromonas. Para que esto ocurra, el perro palatea el orín con ayuda de su lengua sobre el paladar, para transportarlo y poder así descifrar las feromonas.
¿Qué función tienen las feromonas sobre la conducta del perro? ¿No se puede evitar? Pues fíjate si es importante que está relacionada con conductas sexuales y reproductivas así como de marcaje territorial. Los perros necesitan descifrar esas moléculas como comportamiento social: necesitará marcar de nuevo en el sitio para ejercer su territorialidad.
Como ves, nuestros perros son una caja de sorpresas en cuanto a conductas que nos sorprenden, ya sea para bien o para mal.
Así que puedes quedarte con la tranquilidad de que cuando tu perro realiza esta conducta no es que esté disfrutando de un delicioso pipí, sino que está recabando toda la información posible para saber cómo debe actuar. ¿Que te sigue resultando asqueroso? Siempre puedes apartarlo, pero estarás coartando sus instintos, quizás es mejor que te des la vuelta y no lo veas… ¡Si es que no pueden ser perfectos!
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