martes, 8 de abril de 2014

Hidrocefalia en el chihuahueño


HIDROCEFALIA EN EL CHIHUAHUEÑO

La hidrocefalia puede ocurrir, tanto como resultado de una condición congénita, o bien, de una condición traumática, como lo es un tumor, por ejemplo. La hidrocefalia es una condición donde existe un exceso de fluido dentro y alrededor del cerebro. Puede ser que el cuerpo genere mucho fluido, o bien, como ocurre en la mayoría de los casos, el fluido producido por el cuerpo no puede ser drenado del sistema nervioso central, como normalmente ocurre. Dentro del cerebro hay espacios llenos de fluido denominados ventrículos. En un perro hidrocefálico, los ventrículos se sobrellenan de este fluido, se lastiman y la presión extra, genera daños o impide el desarrollo del tejido cerebral. Esta afección no sólo se presenta en los Chihuahueños, sino que puede afectar a otras razas también.

Regularmente, la hidrocefalia se diagnostica a una edad temprana, normalmente antes de los cuatro meses de edad. La cabeza adquiere forma de domo y los huesos del cráneo se abren mostrando una fontanela abierta, que nada tiene que ver con las fontanelas que a veces presentan algunos Chihuahueños que no están afectados de esta condición. Los perros hidrocefálicos pueden ser ciegos, tener ataques o un andar alterado. También pueden presentar problemas neurológicos y una limitada habilidad para aprender. Existen diversos niveles o grados de afección.

Los riesgos implican una muy limitada vida, la severidad puede ser diversa, pero normalmente los perros hidrocefálicos no llegan a los dos años de edad. La mayoría de los casos no son tratados. Es importante consultar a un médico Veterinario especialista en neurología, y en algunos casos el exceso de fluido puede ser drenado.

La hidrocefalia es una condición congénita y los ejemplares que la presenten deben ser excluidos de cualquier programa de crianza.

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